El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció que el Consello da Xunta ha tomado la decisión de recuperar la concesión de cuatro autopistas significativas: las de O Salnés, Barbanza, Ourense-Celanova y Santiago-Brión. Esta recuperación da paso a la eliminación de los conocidos peajes en sombra, que representaban un cargo anual que pagaban los gallegos. Rueda destacó que esta medida permitirá un ahorro superior a 30 millones de euros anuales en las arcas públicas de Galicia, fondos que podrán ser redirigidos a áreas como la vivienda.
El presidente gallego enmarcó esta decisión dentro de una estrategia estrechamente alineada con las políticas de infraestructuras que la Xunta ha venido implementando en los últimos años. Enfocadas en la construcción de más de 220 kilómetros de vías de alta capacidad que estén libres de peaje, asegurando que un 80% de la población gallega pueda acceder a una de estas vías en menos de 15 minutos desde sus hogares.
La conselleira de Vivienda y Planificación de Infraestructuras, María Martínez Allegue, enfatizó que este acuerdo representa un paso significativo hacia la creación de una red viaria más extensa y económica para los ciudadanos. Galicia cuenta actualmente con más de 1.400 kilómetros de vías de alta calidad, diez veces más que hace tres décadas, y en 2025 se prevé continuar mejorando en rutas como Tui-A Guarda, Nadela-Sarria y Santiago-A Estrada.
El costo total de las cuatro autopistas que ahora serán gestionadas por la Xunta asciende a 297 millones de euros. Se espera que esta acción genere un ahorro total de 330 millones de euros en gastos de peajes y mantenimiento hasta el final de sus concesiones. Esto significa que Galicia contará con 30 millones de euros adicionales que se podrán destinar a otras necesidades públicas.
La conselleira también resaltó la importancia de este acuerdo, que sitúa a Galicia en un camino hacia una red de carreteras más accesible, eficiente y sostenible. El modelo que se busca impulsar al mejorar la conexión entre áreas urbanas y rurales beneficiará a toda la población.
Martínez Allegue agradeció a las concesionarias implicadas por su colaboración en esta operación, subrayando su compromiso y esfuerzo en momentos de inestabilidad económica. Esta colaboración ha permitido que las cuatro autopistas se conviertan en autovías de propiedad pública bajo la dirección y gestión de la Xunta, que se compromete a ofrecer un servicio de calidad y responsable.
Finalmente, la titular de Vivienda reiteró la necesidad de que las autopistas de gestión estatal, como la AP-9 y la que conecta Santiago con Lalín, también se integren en este modelo, dejando de ser unas de las más costosas del país y permitiendo que el control y la toma de decisiones se realicen en Galicia.