El gerente del Servizo Galego de Saúde, José Ramón Parada, ha afirmado que la atención de salud mental en Ponteareas está asegurada. Durante su intervención en la Comisión 5ª del Parlamento de Galicia, destacó que se han implementado protocolos para priorizar la atención de aquellos casos que requieren una asistencia más rápida por razones clínicas.
La Unidad de Salud Mental en esta localidad cuenta con un equipo profesional compuesto por 2 psiquiatras, 1 psicólogo clínico, 1 enfermera especializada en salud mental y 1 administrativo. Además, se incluye un médico interno residente en psiquiatría, con un psicólogo interno residente que se integrará el próximo año.
Parada subrayó que el área Sanitaria de Vigo está trabajando para fortalecer los recursos en la Unidad de Salud Mental, a pesar de la escasez de personal especializado que limita la cobertura de bajas laborales. «La falta de profesionales dificulta el reemplazo durante las bajas», indicó el gerente, reiterando el compromiso del área sanitaria de Madrid a realizar las acciones necesarias para priorizar a los pacientes según criterios clínicos.
El Servizo Galego de Saúde ha establecido medidas como listas de espera priorizadas, un número de teléfono para emergencias psiquiátricas disponible las 24 horas, un sistema de Teleconsulta y atención presencial en los servicios de urgencia del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde siempre hay dos psiquiatras de guardia y médicos residentes capacitados en salud mental.
En respuesta a las preguntas de los grupos parlamentarios, Parada enfatizó que la salud mental es una de las prioridades para la Xunta de Galicia, destacando el avance significativo del Plan de Salud Mental 2020-2024. Este plan ha permitido la incorporación de 241 profesionales a la sanidad gallega, la creación de hospitales de día de salud mental infanto-juvenil en las siete ciudades de Galicia y el establecimiento de unidades de prevención del suicidio en diversas áreas sanitarias.
El gerente concluyó que durante estos cuatro años, el plan ha permitido aumentar significativamente la cantidad de profesionales en el área de salud mental, logrando un aumento del 35% en el ratio de psicólogos clínicos, pasando de 3,4 a 5,2 por cada 100.000 habitantes, así como un incremento en la ratio de psiquiatras de 7,4 a 8,6.